La cuestión que plantea la extracción de celestina ¿República Andaluza o protectorado español?
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- Publicado: 24-01-2023
- Carlos Rios

Año 2022: un gobierno de la Junta de Andalucía con mayoría absoluta del PP, un presidente de la Junta que se declara “andalucista” que trata de marcar un “estilo propio”, pretendiendo ser continuador del extinto Partido Andalucista y dejándose ver con el antiguo líder andalucista Rojas Marcos en actos públicos. Este gobierno del PP ha dado al 4 de Diciembre un reconocimiento oficial, si bien no como “Día (Nacional) de Andalucía”, sino como “Día de la Bandera de Andalucía”, y ha aceptado una proposición no de ley de un grupo que se define andalucista de izquierda –Adelante Andalucía- para “la desclasificación de toda la documentación referente a los sucesos del 4 de diciembre de 1977 en Málaga y del asesinato de Manuel José García Caparrós” e “instar al Gobierno del Estado la desclasificación de toda la documentación de la Comisión de Encuesta, sin anonimizar nombres propios, referente a los sucesos del 4 de diciembre de 1977 en Málaga y del asesinato de Manuel José García Caparrós, así como toda la información relativa a los hechos que permanece bajo secreto”, dando así satisfacción a unas de las reivindicaciones que la familia de García Caparrós ha venido sosteniendo todos estos años. Prácticamente, desde el periodo 1982-1984, esto es, el periodo de Rafael Escuredo como presidente de la Junta, no veíamos tantas demostraciones públicas por parte de las instituciones andaluzas de adhesión “andalucista”, nótese el entrecomillado.
...ni el capitalismo ni el imperialismo pueden sobrevivir exclusivamente por su fuerza técnico-militar, por más poderosa e impactante que ella sea. Al mismo tiempo que amenazan y utilizan la fuerza, necesitan recrear, cotidianamente, su hegemonía. Desmoralizar, fragmentar y dispersar a sus enemigos...
N. Kohan, Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia “soft”, Ocean Sur, 2021.
Dos hechos de nuestro pasado y presente reciente para empezar. Cuando Jacques Delors visitó en 1989 el Estado español, tras la integración del mismo en la Comunidad Económica Europea, el diario El País le hizo una entrevista a propósito de la CEE y le preguntaba sobre el papel del Estado español en la futura Unión Europea que dibujaba el tratado de Maastricht. A la cuestión Delors respondió: “el futuro de España es ser la Andalucía de Europa”i. Volviendo al presente, hace unos días una investigación de la Universidad de Granada denominó como colonialismo energético los cientos de megaproyectos de generación de energía en las comarcas del oriente andaluz (ver aquí), que van a producir hasta más de un 1200% de la electricidad que la población de dichos territorios consume.
Semejantes noticias -menos graves que las decisiones políticas cotidianas que desde las Cortes españolas afirman y profundizan la opresión de clase y nacional andaluza- deberían motivar una reacción que incendiara el país desde Ayamonte hasta Pulpí creando, como mínimo, una crisis de profundidad en la dominación colonial de Andalucía. La realidad es muy otra. A pesar de ejemplos como los que acabamos de dar, entre el palo de la oligarquía y sus esbirros a sueldo y la zanahoria que representan las ilusiones y esperanzas que nos vende la socialdemocracia española al sur de Sierra Morena, la burguesía continúa decidiendo nuestros destinos hoy como lo hacía hace doscientos años.
Que la existencia de una izquierda españolista panhispanista es más virtual que real es algo que ahora mismo ofrece poca discusión, pero eso no significa que pueda darse un salto cualitativo de lo virtual a lo real, de hecho, esa cuestión, especialmente en lo que pueda ser una escenificación electoral lleva siendo discutida por las mentes más prominentes de las diversas corrientes que se reivindican de esa izquierda. El momento invita a ello, con Vox en horas bajas y con la escisión de Macarena Olona ya certificada y, por otro lado, con una Unidas Podemos rota, descompuesta y enfrentada, incapaz de hacer cumplir los acuerdos de coalición con el PSOE y de llevar a cabo políticas reales no ya de avance, sino de mera defensa de la clase obrera y los sectores populares; eternamente instalada en guerras culturales e inspirada en el Partido Demócrata y en su agenda imperialista humanitaria –como diría Jean Bricmont-, Unidas Podemos asume el papel del Estado español como aliado de segunda en la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, sin cuestionarla lo más mínimo, como tampoco cuestiona el militarismo, el hegemonismo del imperialismo norteamericano, la presencia de bases militares yanquis, etc. Acompañan a Unidas Podemos en su deriva ERC y Bildu, que vienen a asumir prácticamente los mismos postulados que UP.
Dos noticias recientes, el mismo día, han hecho referencia a las conexiones ferroviarias de ciudades andaluzas con la capital del reino de España: “Iryo, el nuevo tren privado en Sevilla, vende los primeros viajes a Madrid por 18 euros” (Lavozdelsur.es, 25 de octubre); en Jerez “El PP llevará a pleno el aumento de conexiones por tren con Madrid” (Vivajerez.es, ídem).
En la misma línea, Alfredo Durán Alonso, gerente de Servicios Comerciales Sur de Renfe-Viajeros, se permitió celebrar sin pudor alguno, en un desayuno de redacción organizado por Diario de Sevilla (28 de diciembre de 2017, y no fue ninguna inocentada), bajo el patrocinio de dicha compañía ferroviaria, los 25 años del primer AVE afirmando que “Sevilla se ha convertido en un barrio de Madrid”. Para el citado ejecutivo, “el «orgullo de pertenencia» que está logrando este transporte que acerca territorios es lo más destacable” (Diariodesevilla.es, 28/XII/2012).
Frente al imparable reforzamiento del esquema centralista radial en favor de la citada urbe mesetaria, la vertebración territorial de Andalucía se ha ido viendo perjudicada por el progresivo deterioro en las líneas de cercanías y media distancia con una reducción de entre 3.000 y 4.000 plazas diarias a partir de 2017 (Sevilladirecto.com, 21/XII/2016).