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Categoría de nivel principal o raíz: Noticias
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Publicado: 18-11-2022
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Carlos Rios
...ni el capitalismo ni el imperialismo pueden sobrevivir exclusivamente por su fuerza técnico-militar, por más poderosa e impactante que ella sea. Al mismo tiempo que amenazan y utilizan la fuerza, necesitan recrear, cotidianamente, su hegemonía. Desmoralizar, fragmentar y dispersar a sus enemigos...
N. Kohan, Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia “soft”, Ocean Sur, 2021.
Dos hechos de nuestro pasado y presente reciente para empezar. Cuando Jacques Delors visitó en 1989 el Estado español, tras la integración del mismo en la Comunidad Económica Europea, el diario El País le hizo una entrevista a propósito de la CEE y le preguntaba sobre el papel del Estado español en la futura Unión Europea que dibujaba el tratado de Maastricht. A la cuestión Delors respondió: “el futuro de España es ser la Andalucía de Europa”i. Volviendo al presente, hace unos días una investigación de la Universidad de Granada denominó como colonialismo energético los cientos de megaproyectos de generación de energía en las comarcas del oriente andaluz (ver aquí), que van a producir hasta más de un 1200% de la electricidad que la población de dichos territorios consume.
Semejantes noticias -menos graves que las decisiones políticas cotidianas que desde las Cortes españolas afirman y profundizan la opresión de clase y nacional andaluza- deberían motivar una reacción que incendiara el país desde Ayamonte hasta Pulpí creando, como mínimo, una crisis de profundidad en la dominación colonial de Andalucía. La realidad es muy otra. A pesar de ejemplos como los que acabamos de dar, entre el palo de la oligarquía y sus esbirros a sueldo y la zanahoria que representan las ilusiones y esperanzas que nos vende la socialdemocracia española al sur de Sierra Morena, la burguesía continúa decidiendo nuestros destinos hoy como lo hacía hace doscientos años.
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Categoría de nivel principal o raíz: Noticias
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Publicado: 28-10-2022
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Carlos Rios
Vamos contra el Gobierno de Madrid, pa gobernarnos nosotros mismos... Se acabaron las quintas, los jornales malos y las malas hambres. Vamos contra los amos, contra to los generales y to los curas.
Sender, R.J. Mr. Witt en el cantón. Alianza, Madrid, 1979
La experiencia de la rebelión cantonal andaluza de 1873, articulada en torno a los denominados Federales Intransigentes y núcleos obreros organizados de la I Internacional (predominantes en Sanlúcar de Barrameda), fue el intento de establecer una nueva Andalucía, basada en la soberanía nacional y la “justicia social” y que se plasma en el Manifiesto de los Federales Andaluces del 21 de julio de 1873. Un ensayo de emancipación andaluza con el concurso de sectores radicalizados de la pequeña burguesía y amplias capas del proletariado andaluz alimentado por la crisis financiera de la década de los 60 y la decepción política que supusieron los gobiernos burgueses de “la Gloriosa” y la I República para el proletariado andaluz.
Su correlato teórico-institucional aparecería una década después, en 1883, con la Constitución Federal de Andalucía redactada por el Partido Demócrata Republicano Federal. Por eso en la cubierta de su edición aparece la referencia “dedicado para su estudio a los cantones andaluces”. Si en 1873 la revolución social había hecho su ensayo general en Andalucía, en 1883 se impone el estudio del modelo jurídico-político para nuestro país a la espera de un nuevo levantamiento popular.
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