El españolismo permea a toda la sociedad española, el campo del feminismo no es una excepción.
El españolismo es el nacionalismo español (el único nacionalismo que niega ser nacionalismo y demoniza a “los nacionalismos”); un movimiento social, político e ideológico incapaz de aceptar que su proyecto HA FRACASADO y que impregna a la derecha, centro e izquierda españolas, y como no, al feminismo español. Este movimiento españolista transversal, que se hizo uno con el franquismo y el nacional-catolicismo, y no ha salido de facto de sus mecanismos de poder, ha tratado de conformar una inexistente identidad nacional de España como única, homogénea, blanca, monolingüe, patriarcal y muy machista, heterosexual, monoreligiosa, muy clasista… Se basa en una idea mítica de una España milenaria, cuasieterna, metafísica, falsa en definitiva, que intentan imponer a otros pueblos, por las buenas, o por las malas.