La Revolución de Octubre y sus relaciones con los países árabes. Almunzer Maarouf
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No es difícil en absoluto repasar los logros de la Gran Revolución Socialista de Octubre durante los 73 años que marcaron el reinado del socialismo en la Unión Soviética. La prueba de la importancia de la Revolución de Octubre y de su influencia a nivel nacional e internacional no precisa muchos argumentos. Esta revolución puso a la humanidad en un nuevo rumbo, mostrando al mundo un concepto diferente de las relaciones entre los pueblos, lejos de la opresión y la explotación. También representó un golpe de muerte para el capitalismo y el colonialismo, en una época en la que los poderes supremos se repartían el mundo después de la Primera Guerra Mundial.
Llamada como la época de la transformación hacia el socialismo, el siglo XX también puede ser llamado como la época de la liberación del colonialismo en sus diferentes formas: militares, económicas y políticas. El Estado socialista era un verdadero partidario, directo e indirecto, de los pueblos del mundo que luchaban por su libertad e independencia. Cuando el primer gobierno de trabajadores y campesinos fue formado, este se elevó como un gran poder que apoyaba a los pueblos esclavizados en el mundo. Es muy complicado mencionar algún acontecimiento decisivo en la historia contemporánea que no estuviera influenciado por la Revolución de Octubre.
El trabajo de Lenin El Estado y la Revolución fue el primero libro marxista traducido al árabe, en 1923. Esta obra ayudó a dar a conocer las opiniones de Lenin sobre las guerras europeas, fue una pieza clave en la formación de mucha gente en el mundo árabe y fue un manual referente de la ideología socialista. Sin embargo, la verdadera relación con el socialismo científico comenzó cuando Khaled Bahghdash tradujo al árabe El Manifiesto Comunista, en 1933. Esta traducción llegó en un momento importante en el desenvolvimiento de la relación entre los pioneros del pensamiento socialista árabe y las ideas de la Revolución de Octubre.
La Revolución de Octubre convenció a los líderes de las luchas de liberación árabes de la posibilidad de derrotar a los colonialistas y conseguir las aspiraciones de los pueblos. Bajo la influencia de las ideas de Octubre, la lucha de liberación nacional fue enriquecida con la lucha social por la justicia y la igualdad. Además, nacieron gobiernos progresistas de orientación socialista en muchos países que habían conseguido su independencia. Sobre esto, Khaled Baghdash, histórico líder de los comunistas sirios, dijo: "Bajo la influencia de los principios de la Revolución de Octubre, el este árabe se convirtió en una de las regiones más importantes del mundo del movimiento nacional de liberación. La lucha de los pueblos, tanto por la liberación nacional, como por la liberación social, comenzó a combinarse cada día más."
La victoriosa Revolución Socialista fue comprendida por los pueblos del mundo árabe, ganándose su simpatía especialmente después de la publicación de los primeros documentos históricos del Estado soviético, como el llamamiento "A todos los musulmanes y proletarios en la Rusia y en el Este" para resistir a los invasores, luchar por la autodeterminación y rebelarse contra el colonialismo. Otra publicación importante fue el Decreto de Paz, del 28 de noviembre de 1917, que incluía la declaración de la igualdad entre los países grandes y pequeños, la condena del colonialismo y de la opresión nacional, el respeto por la soberanía de los países, el cese de la injerencia en los asuntos internos y la libertad de credo…
Los principios de la Revolución de Octubre armonizaban con las demandas de los ciudadanos árabes, y esto fue aún más claro tras la publicación de los acuerdos secretos firmados durante la época zarista, como el acuerdo Sykes-Picot, que originalmente incluía a Rusia, y que significó el reparto del mundo árabe entre franceses e ingleses después de la ocupación otomana que había durado cuatro siglos. El Estado soviético rechazó los sistemas de tutela ratificados por la Sociedad de las Naciones, y que Lenin describió así: "dar a una pequeña minoría de los habitantes de la Tierra el derecho a explotar a la mayoría de los pueblos...".
Las primeras relaciones entre la Unión Soviética y el mundo árabe tuvieron lugar muy poco tiempo después de la victoria de la Revolución de Octubre. La República soviética, pese a su complicada situación y el sitio del imperialismo occidental, ayudó a los patriotas y proletarios egipcios durante la Revolución de 1919 contra el colonialismo inglés. Además, tanto el líder de la Revolución de 1919, Saad Zaghlul, como uno de los líderes sirios de la revolución en este país contra el colonialismo francés a principios de los años veinte del pasado siglo, Ibraeem Hanano, mantenían correspondencia con el líder de la Revolución de Octubre, Lenin.
Con el triunfo de la Revolución de Octubre y el estabelecimiento de un estado fuerte, se abrían nuevos horizontes para los pueblos de nuestra región. Los partidos comunistas comienzan a aparecer como resultado de una necesidad nacional y objetiva. Estos partidos participaron con fuerza en la actividad política y en la lucha por la liberación nacional. El Partido Comunista Palestino nació en 1920, el egipcio en 1921, el sirio y el libanés en 1924, el Partido Comunista Irakí en 1934. Con el tiempo se formaron partidos comunistas en todos los países árabes.
El séptimo congreso del Komintern, en 1935, tuvo un papel trascendental en la corrección de la práctica política e intelectual de los partidos comunistas árabes en aquel tiempo.
Pese a la guerra ideológica lanzada por el sionismo y las fuerzas reaccionarias contra la Unión Soviética y la ideología socialista, las ideas del socialismo científico brotaron con fuerza en enormes capas de los pueblos árabes debido a la política de apoyo verdadero de la Unión Soviética a nuestros pueblos, independientemente de la naturaleza de los regímenes existentes.
Pese a los intentos de los países imperialistas de impedir las relaciones oficiales entre el joven estado soviético y los países árabes, la Unión Soviética estableció su primera relación diplomática con un país árabe en 1926. Fue con Arabia Saudí.
En 1928, se firmó entre la Unión Soviética y Yemen el Tratado de Sana, tratado de amistad y comercio, primero de este tipo de tratados entre la URSS y un país árabe. Las nuevas relaciones ayudaron a Arabia Saudí y el Yemen a reforzar su soberanía y aparecer como miembros de pleno derecho de la comunidad internacional.
La fortaleza del Ejército Rojo, y sus victorias sobre el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, hicieron crecer la reputación de la Unión Soviética en todo el mundo, acabando con las dificultades para establecer relaciones con los países árabes. La URSS estableció relaciones con Egipto en 1943, y un año más tarde con Siria, el Líbano e Irak. Las relaciones con el resto de los países árabes llegaron sucesivamente con la independencia de estos. La Unión Soviética no buscaba ventajas ni conseguir el control político. Nunca solicitó instalar bases militares. Esta política correspondía a lo afirmado por Lenin: "apoyaremos siempre la unión entre los trabajadores de los países desarrollados con los trabajadores, campesinos y esclavos de todos los países oprimidos..." Esta realidad fue descrita por un historiador egipcio: "por vez primera en la historia de la humanidad, existe un estado que no quiere colonizar, ocupar o explotar; este estado -la Unión Soviética- apoya a las fuerzas de liberación en el mundo."
La alianza natural entre el movimiento de liberación nacional árabe y la Unión Soviética fue uno de los factores más importantes en el éxito de los pueblos árabes en sus luchas por la independencia y contra las fuerzas de la reacción locales y el imperialismo internacional. Esta alianza ayudó también a que estos pueblos se habían esforzado por conseguir un desenvolvimiento verdadero y seguir el camino del progreso económico y social, limitando la influencia del capitalismo y del feudalismo en la economía y en la política. Por lo tanto, la política exterior de estos países estuvo marcada por el patriotismo, el anti-imperialismo, la neutralidad y la defensa de la paz y la seguridad en el mundo.
Debido a las diferentes formas de ayuda que dio la Unión Soviética a los países del mundo árabe, es complicado hablar de estas. Tan sólo indicaré algunos ejemplos que reflejan la profundidad de las relaciones y la importancia de la ayuda.
La Unión Soviética fue el primer estado en apoyar a la República Egipcia que nació después del derrocamiento de la monarquía en 1952. Cuando los países occidentales rechazaron armar al ejército egipcio, los Soviets organizaron el famoso reparto de armas de 1955. Durante la triple agresión de Francia, Gran Bretaña e Israel a Egipto, poco después de la nacionalización del Canal de Suez, la Unión Soviética jugó el papel más importante en el cese de la agresión imperialista, forzando la retirada del territorio egipcio de las fuerzas agresoras, gracias a su famosa y severa advertencia de que la Unión Soviética "aplicaría toda la fuerza para aplastar a los agresores y hacer prevalecer la paz en el Medio Oriente."
Tenemos otro ejemplo en la independencia de Siria, tras la lucha por la liberación nacional contra la ocupación francesa. Por vez primera en la historia, la Unión Soviética utilizó su derecho al veto para apoyar a Siria y al Líbano en su lucha por la independencia, impidiendo que estos países se habían visto en el deber de firmar los tratados que Francia y Gran Bretaña les querían imponer y continuar así bajo el yugo occidental. Además de la ayuda política, podemos mencionar el acuerdo entre Siria y Checoslovaquia en 1957 para el reparto de armamento, que fortaleció al ejército sirio ante las agresiones y amenazas de los sionistas.
En los momentos más complicados y cruciales de los pueblos de nuestra región, fue cuando mejor se manifestó la amistad y el apoyo de la Unión Soviética. Durante el ataque sionista a los países árabes, en junio de 1967, la Unión Soviética trabajó para conseguir el fin de los ataques, reclamando la retirada de las tropas a sus posiciones iniciales, y, junto con otros países socialistas, rompió relaciones diplomáticas con Israel. Los ejércitos sirio y egipcio recibieron armas y equipos modernos de los 3 soviéticos, lo que posibilitó una guerra más equitativa contra los sionistas cinco años después, en la que se consiguieron importantes victorias.
Hasta su fin, la Unión Soviética nunca dejó de apoyar la causa justa de Palestina. Ayudó a la OLP en su lucha por establecer un estado independiente. Lenin y los bolcheviques estuvieron desde un principio contra el proyecto sionista en Palestina, manifestando el carácter imperialista y reaccionario de la alianza entre Gran Bretaña y el Sionismo, como se puede leer en la resolución del Komintern del 28 de julio de 1920: "el proyecto sacrifica a los trabajadores árabes de Palestina...". La Unión Soviética fue el primer estado en demandar el fin del Mandato británico y el establecimiento de un estado independiente en Palestina.
La Unión Soviética también apoyó al movimiento republicano de Irak en su lucha contra una monarquía implicada en sospechosos tratos con Occidente. También dio ayuda militar, cultural y económica al Partido Socialista que gobernaba la República Democrática del Yemen. Los soviets apoyaron la revolución de liberación nacional omaní contra el colonialismo británico y fueron los primeros en defender la revolución que tuvo lugar en Omán en 1965 guiada por el socialismo científico.
En el campo de la economía y el desenvolvimiento, la enorme ayuda dada por la Unión Soviética a muchos países árabes ayudó, en buena medida, al desenvolvimiento de las fuerzas productivas y la creación de una infraestructura que servía para consolidar los avances económicos que ayudaron a elevar el nivel de vida de la población. Las relaciones económicas entre la Unión Soviética y los países árabes se basaban en la cooperación, en la igualdad y en las ventajas mutuas. Estas relaciones se establecían sin condiciones que impidieran el proceso de transformaciones económicas y sociales que se estaban dando en el mundo árabe. La colaboración de la Unión Soviética con los países árabes reportó la creación de una infraestructura industrial vital para la zona. Ejemplos pueden ser el embalse de Aswan en Egipto o lo de Al-Furat en Siria. Con la ayuda de la Unión Soviética, una verdadera industria pesada comenzó a existir en Egipto y en otros países árabes.
En el campo de la ciencia y de la cultura, la Unión Soviética no ahorró esfuerzos en sus relaciones con el mundo árabe. Sus universidades e institutos abrieron las puertas a estudiantes árabes, que adquirían valiosos conocimientos que repercutían después en el desenvolvimiento social y científico de sus países. Los centros culturales soviéticos en los países árabes tenían un papel fundamental en el intercambio cultural entre la Unión Soviética y los países árabes. Tenemos que mencionar la importancia de la literatura soviética publicada en lengua árabe, muy accesible por motivo de su bajo precio.
En 1987, Khaled Bekdash dijo: "Imagínense un mundo sin la Unión Soviética. Los imperialistas, encabezados por el imperialismo americano, no dudarían en cometer los crímenes más horribles contra todos los pueblos del mundo. No les llegaría el robo y la opresión; pondrían en práctica el exterminio, en el sentido literal de la palabra." Si antes era difícil imaginarse el mundo sin la Unión Soviética, hoy es triste ver el mundo desde su ausencia: el imperialismo americano violó la soberanía de muchos países y comenzó muchas guerras contra los que se oponen a sus intereses.
La imagen triste de un mundo que padece las amenazas continuas del imperialismo, confirma que la Revolución es una necesidad, no solo para nosotros, comunistas, sino también para todos los pueblos del mundo. Además, es la única esperanza que tiene la 4 humanidad en vivir en un mundo dominado sólo por las relaciones de paz y la igualdad entre los pueblos.
Las ideas y los resultados de la Revolución de Octubre siempre influirán en el desenvolvimiento humano. Permanecer fieles a esta revolución, cuyo eco aún se siente en el mundo entero, pasa por la necesidad, como comunistas y patriotas, de trabajar seriamente por la unificación del movimiento comunista internacional, consolidando una frente mundial anti-imperialista.
Es nuestro deber movilizar a las gentes en la lucha contra los peligros del imperialismo que amenaza el desenvolvimiento libre y pacífico de los pueblos del mundo. Tenemos que aprender de las pasadas experiencias y eliminar los errores cometidos en el primero estado socialista en el mundo.
Almunzer Maarouf (Partido Comunista de Siria) Tesis leída durante el XVIº Seminario Comunista Internacional (Mayo 2007)